Pesarse a diario es la clave para no recuperar los kilos perdidos

Lo difícil a veces no es adelgazar, sino no volver a engordar. Subirse a la báscula todos los días ayuda a mantenerla a raya

Si usted es de los que sabe cómo perder el peso sobrante pero siempre fracasa en la labor de no recuperar los kilos de los que se deshizo, tome nota de las conclusiones de un nuevo trabajo que acaba de ver la luz en la revista ‘The New England Journal of Medicine’.

En él, sus responsables -pertenecientes a la Universidad de Carolina del Norte (EEUU)- parten de la base de que los programas de adelgazamiento suelen fracasar al cabo de unos pocos años por diversos motivos; entre ellos, que la mayoría de las dietas de mantenimiento no son personalizadas. Por el contrario, se basan en una continuación de un régimen más o menos drástico que acaba aburriendo y desmotivando al paciente.

Los investigadores diseñaron una estrategia para evitar este fenómeno y probaron su efectividad en un grupo de 314 voluntarias sanas que en los dos años previos había perdido al menos un 10% de su masa corporal y que estaba entrando en la etapa crítica en la que el indicador de la báscula empieza a subir progresivamente.

Básicamente, el método constaba de consejos nutricionales, pautas de ejercicio físico y otros ‘trucos’, como pesarse a diario, anotar las calorías o los alimentos que se ingerían en una libreta, llevar un diario dietético y de actividad física…

Además, un equipo de especialistas en nutrición y sobrepeso supervisaba la evolución de las participantes, bien en sesiones cara a cara, bien mediante un programa ‘on line’. Para verificar sus conclusiones, los autores compararon la progresión de estos sujetos con la de los miembros del grupo control, que únicamente recibió folletos recordatorios, cada tres meses, sobre la necesidad de no recuperar el peso perdido.

POR COLORES

Con la intención de facilitar la tarea a las participantes, ellas mismas fueron instruidas para elaborar unas gráficas en las que, por colores, iban catalogando su éxito a la hora de no añadir kilos a su figura.
La zona verde era la franja óptima, la amarilla indicaba una señal de que se estaba engordando y la roja informaba de la necesidad de volver a emprender el régimen de adelgazamiento porque prácticamente se había retrocedido al inicio.

Pues bien, todos estos instrumentos resultaron ser muy útiles -especialmente el programa basado en encuentros personales con los expertos- a la hora de favorecer que cada mujer fuera consciente de su peso y evitase recuperar lo que ya había perdido. Pero lo que constataron los responsables del seguimiento fue que el hecho de subirse a la báscula cada día y registrar el valor que ésta indicaba era clave a la hora de mantener la línea.

Concretamente, las participantes que mantuvieron este hábito todos los días tenían un 82% menos de posibilidades de volver a engordar que sus compañeras que no pusieron en práctica esta sencilla regla.

Según han demostrado otros estudios anteriores, la motivación es esencial a la hora de seguir un régimen alimenticio y pesarse a diario, o prácticamente, se convierte en una herramienta que afianza la actitud positiva del que hace dieta o vigila su alimentación, cuando la balanza es favorable, y en un ‘chivato’ precoz cuando indica que los kilos están ‘regresando’, lo que también permite al usuario reaccionar temprano.

«Subirse a la báscula no es suficiente, por supuesto», aclara la doctora Rena Wing, coordinadora del estudio y directora del Centro de Investigación sobre Diabetes y Control del Peso del Hospital Miriam de Providence (EEUU).

«Posteriormente, cada individuo ha de emplear la información que extrae para introducir modificaciones en sus hábitos y en su comportamiento cotidiano que le ayuden a corregir los posibles fallos; unas veces se tratará de comer menos, otras de moverse más… pero lo verdaderamente esencial es que la clave del éxito parece ser permanecer atento al peso que se tiene para poder actuar cuando éste comienza a recuperarse», apunta esta especialista.

Finalmente, un dato que llamó la atención de los investigadores fue que el programa de mantenimiento era más exitoso si se llevaba a cabo frente a frente con el especialista que si se hacía por Internet. Los autores creían que la facilidad de acceso y la comodidad que ofrece la red favorecerían el logro de los objetivos, pero el encuentro personal ha resultado más eficaz en este estudio.