El control rápido del trastorno bipolar asegura la estabilidad del paciente

El control rápido de los síntomas padecidos por una persona con trastorno bipolar es clave para el tratamiento de los episodios de manía o mixtos que se producen en esta enfermedad psiquiátrica. Con esto se reduce el tiempo necesario para conseguir la estabilización del paciente, especialmente en aquellos que han mostrado tendencias suicidas o comportamientos violentos.

El trastorno bipolar es una enfermedad mental que se caracteriza por estados de ánimo cambiantes, alternando períodos de manía, euforia excesiva, comportamiento compulsivo y psicosis, con periodos de depresión profunda. Este trastorno, suele afectar a jóvenes entre los 20 y 30 años. El control rápido de síntomas como la agitación, la agresividad y la impulsividad, es clave para el tratamiento de los episodios de manía o mixtos que se producen en esta enfermedad psiquiátrica. Con esto se reduce el tiempo necesario para conseguir la estabilización del paciente, especialmente en aquellos que han mostrado tendencias suicidas o comportamientos violentos. Y es que, en enfermos graves, este tipo de comportamientos pueden obligar a su hospitalización.

Los antipsicóticos desempeñan un papel fundamental en el tratamiento del síndrome bipolar, ya que su objetivo fundamental es conseguir el reestablecimiento de la funcionalidad psicosocial del paciente y el control rápido de síntomas como la agitación, la agresividad o la impulsividad. Distintos estudios señalan que la ziprasidona, un antipsicótico de segunda generación, consigue, en pacientes con episodios maníacos o mixtos de gravedad moderada asociados con trastorno bipolar, controlar los síntomas a corto y largo plazo. Tal y como demuestran los diversos trabajos, el control se hace evidente en tan sólo 2 días, desde el inicio del tratamiento.

Según señala el doctor Eduard Vieta, coordinador del Programa de Trastornos Bipolares del Institut Clínic de Psiquiatría i Psicología, “la ziprasidona es un antipsicótico atípico muy útil para las fases maniacas, como han demostrado distintos estudios rigurosos, cuya principal ventaja es que comienza a ser efectiva al segundo día y además no produce efectos secundarios neurológicos graves o aumento de peso como ocurría con otros medicamentos”. En cuanto a la eficacia de ziprasidona a largo plazo, un estudio comparativo respecto a placebo mostró que ésta reduce significativamente la gravedad de la enfermedad durante un mínimo de 1 año, y una buena tolerabilidad a lo largo de todo el periodo de estudio.

Enfermedad infradiagnosticada

El trastorno bipolar se diagnostica en edad adulta, aunque comienza en la adolescencia. Se estima que se tarda alrededor de 7 años en diagnosticar. “Es muy importante realizar un diagnóstico precoz ya que cuanto más se demora la identificación de la enfermedad, más secuelas sociales y psicológicas existen, así como más tiempo se tarda en encontrar un tratamiento adecuado”, señala el doctor Vieta.

Y es que, la preocupación de este experto no es para menos, ya que, actualmente se estima que un 50% de los pacientes no acuden al médico durante los 5 primeros años desde la aparición de los primeros síntomas y, una vez que lo hacen, en el 34% de los casos llegan a transcurrir hasta 10 años hasta que se diagnostica la enfermedad.

El cumplimiento terapéutico es fundamental para que el paciente tenga controlada su enfermedad y pueda llevar una vida cotidiana. Sin embargo, el 40% de estos enfermos no toman correctamente la medicación prescrita por lo que recaen y empeoran su enfermedad.