Antioxidantes: a veces, más no es mejor

Un informe del Instituto de Medicina de los Estados Unidos pone en duda los supuestos beneficios de tomar grandes dosis de antioxidantes, como las vitaminas C y E, y otras, para prevenir las enfermedades y el envejecimiento.
Los antioxidantes contraatacan los efectos adversos en el organismo de formas altamente reactivas del oxígeno y el nitrógeno, conocidos como radicales libres, que se acumulan por el funcionamiento normal del metabolismo. Estas pueden dañar las células y algunos científicos piensan que contribuyen al desarrollo del cáncer, a las patologías cardiovasculares, los problemas de la vista -como las cataratas o la degeneración macular-, el Alzheimer y el Parkinson, y algunas complicaciones de la diabetes.
Por esta razón se pusieron en venta productos sintéticos para reforzar el consumo de estos elementos que se encuentran en los alimentos de una dieta correctamente balanceada. Sin embargo, si bien en los últimos años varios estudios han mostrado que las personas que comen dietas ricas en frutas y vegetales tienen un menor riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer, este último estudio sugiere que no se han podido identificar nutrientes particulares que brinden estos beneficios, y muchos investigadores creen que las frutas y vegetales contienen otras substancias además de las vitaminas, que pueden tener un efecto positivo sobre la salud.
Los resultados fueron similares para todas las patologías. En el caso de las enfermedades coronarias, si bien un estudio encontró un beneficio proveniente de los suplementos de vitamina E, otros tres concluyeron que no existía. En el caso de las cataratas, los estudios mostraron un riesgo menor de padecerlas en personas que tenían altos niveles de antioxidantes en sangre. Pero el argumento no convenció al panel que revisó los resultados de que los antioxidantes previenen las cataratas.
En el caso de la degeneración macular, se encontró que las personas que comen muchas frutas y vegetales corren menos riesgos, pero no se pudo probar una relación causa y efecto.
Se requieren más estudios
Los médicos argentinos coinciden en que de todos los argumentos en favor de los antioxidantes, algunas cosas son ciertas y otras requieren más estudios. Hay resultados positivos y negativos, pero lo claro es que los antioxidantes no curan las enfermedades y, por otra parte, más no es mejor, el exceso no es bueno.
Citan el ejemplo del kiwi, que (comiendo uno al dìa) aporta la cantidad de vitamina C que se debería ingerir por cada jornada. Pero hay que tener en cuenta que mucha gente no come ni siquiera una fruta diaria. Además, en ningún caso la utilización de los suplementos vitamínicos puede generalizarse: se necesita mayor cautela en la implementación de los suplementos vitamínicos.
Los autores del trabajo, dirigido por el doctor Norman Krinsky, del departamento de bioquímica de la Universidad de Tufts, en Boston, no pudieron encontrar evidencia convincente de que tomar vitaminas o selenio ayudase a prevenir enfermedades. Teniendo en cuenta que dosis excesivas de vitaminas C y E, y de selenio pueden ser dañinas, el Instituto de Medicina sugirió revisar las recomendadas como consumo diario y determinó niveles máximos más bajos para los suplementos sintéticos de vitaminas y antioxidantes.