Lavarse las manos puede salvar miles de vidas

dic-manosDe acuerdo con UNICEF, la diarrea y la neumonía son dos de las principales causas de mortalidad infantil a nivel mundial. Lo paradójico, es que esto se podría evitar con un poco de agua y jabón. El Día Global de Lavado de Manos nos recuerda que este hábito tan sencillo es imprescindible para la salud y en algunos países, para la vida

Lavarse las manos es una tarea que todos deberíamos tener bien arraigada, sobre todo antes de comer y después de ir al baño; sin embargo, hay zonas en el mundo donde este hábito es inexistente, lo que sigue provocando muertes que podrían ser evitadas.

“Hemos detectado que hay procedimientos en prevención de la salud muy básicos pero que tienen un impacto enorme, como éste. El lavado de manos con agua y jabón, no sólo con agua, es una forma de prevenir algunas de esas muertes, como las que se producen por diarrea o neumonía”, explica Ignacio Guadix, Responsable de Educación para el Desarrollo y Sensibilización de UNICEF.

Foto facilitada por Unilever

Según el experto, se estima que cada año mueren cerca de 600 mil pequeños menores de 5 años por culpa de estas dos afecciones. Lo irónico es que los datos arrojan que, con solo lavarse las manos, los casos por diarrea disminuirían un 30%, mientras que las infecciones respiratorias lo harían un 23%.

Por ese motivo, el organismo dependiente de la ONU ha impulsado una campaña que tiene su momento cumbre el 15 de octubre, Día Mundial del Lavado de Manos, en el que se alza la voz para recordarnos lo importante que es tener las manos limpias.

“Lo principal es convencer a la comunidad de que lleven a cabo estas acciones que, a veces, culturalmente, no están instauradas y toca contarle a la gente qué es lo que ocurre cuando no se toman”, señala el especialista de UNICEF.

El jabón no es un lujo

África Subsahariana, India o algunos poblados de China son zonas en las que el saneamiento está muy restringido o no existe. Es ahí a donde dicho organismo quiere llegar con más fuerza para implantar el lavado de manos como un acto de salud.

“Más de mil millones de personas no tienen acceso al saneamiento. Siguen practicando la defecación al aire libre y no tienen una cultura de la higiene. Viviendo de esta forma, el deterioro de la salud es paulatino y con un resultado letal”, sentencia Ignacio Guadix.

El esfuerzo de UNICEF requiere de mucha ayuda y una de las manos que se ha ofrecido a apoyar la causa es la Fundación Unilever, encargados de llevar el jabón a aquellos rincones del mundo en los que no hay supermercados.

“Lo hacemos a través de una pastilla de jabón que se llama Lifebuoy; nosotros trabajamos mucho para que sea asequible para la gente de pocos recursos y la llevamos conjuntamente con un programa de sensibilización y educación en escuelas para que los niños cojan el hábito”, detalla Igone Bartumeu, responsable de comunicación de Unilever.

Hasta que haga espuma

No se trata solo de remojarse las manos, ponerles jabón y enjuagar. La higiene tiene su técnica e Ignacio Guadix nos la explica.

“Hay que dedicarle su tiempo, frotar adecuadamente y dejar que el jabón haga su función, sobre todo en momentos importantes: siempre que terminen de jugar en los parques con tierra, de que vengan del colegio, medio de transporte. Los más importantes: antes de comer y después de ir al baño”, subraya.

De igual forma, Igone Bartumeu asegura que el tipo de jabón, aroma o costo son lo de menos, siempre y cuando cumpla su función de lavar y deshacerse de las bacterias.

Y tú… ¿te lavas las manos?

En los países desarrollados no es cuestión de vida o muerte, pero es igual de importante no olvidarlo y enseñarle a nuestros hijos a hacerlo de la manera correcta.

“Hasta cierto punto parece impensable que tengamos que dar este mensaje pero, hasta hace unos años, prácticamente esto no se hablaba más allá del colegio cuando uno es niño. Se volvió a poner de manifiesto en empresas y hospitales cuando hubo epidemia de la gripe AH1N1. Ahora la gente está comenzando a tomar conciencia”, comenta Guadix.

Es justo en el ámbito de la salubridad donde se debe poner más atención a estos detalles, pues implica la reducción de contagios a gran escala.

“Tampoco es cuestión de tomar un exceso en precauciones pensando en una vida 100% aséptica. Por lo general, las ocasiones más peligrosas están bien contempladas y somos más laxos en las cotidianas”.

Así que ya sabes, no importa la prisa que lleves o lo ocupado que estés. Date un par de minutos para jugar con la espuma y dejar tus manos relucientes cuando lo necesiten.