¡Que viva la siesta!

Es normal que después de almorzar nos dé un poco de sueño y que nos den ganas de cerrar los ojos aunque sea unos minutos, pero a veces el tiempo apremia y no podemos darnos ese lujo.

Sin embargo, hay una buena razón para retomar esa costumbre tan común en varios lugares de Latinoamérica. Según una investigación publicada en la revista Archives of Internal Medicine, dormir la siesta con regularidad es bueno para el corazón.

La investigación, dirigida por el doctor Androniki Naska, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Atenas, destaca que esta costumbre tiene beneficios especialmente en los hombres que trabajan, pues reduce los índices de mortalidad coronaria.

Los resultados del estudio demostraron que aquellos que siempre tomaban la siesta después del almuerzo disminuían su riesgo de morir por problemas del corazón en un 37% comparado con los que se mantenían despiertos durante toda la jornada de trabajo.

Así que hable con su jefe… Tal vez si le da esas razones de “corazón” y en un futuro la siesta se vuelva obligatoria.