Las enfermedades olvidadas

El dinero que se canaliza para luchar contra la tuberculosis (TB), el SIDA y la malaria en el mundo, debe aprovecharse también en el combate de otras enfermedades infecciosas, las que están “olvidadas”.

Ese es el mensaje de un grupo de eminentes científicos británicos publicado en la Revista de la Biblioteca Pública de Ciencias.

Los profesores David Molineaux de la Escuela de Medicina Tropical de Liverpool y Alan Fenwick del Colegio Imperial de Londres, entre otros, piden un enfoque “más equilibrado” en la distribución del dinero disponible para controlar las enfermedades tropicales.

Según los expertos, la atención que dan los gobiernos y las organizaciones de caridad a la malaria, TB y SIDA ha dejado a millones de las personas más pobres del mundo sin tratamiento para otros trastornos.

Éstos incluyen el mal de Chagas, enfermedad del sueño, leishmaniasis, ceguera de río, enfermedad del sueño, elefantiasis, tracoma y ascariasis.

Son enfermedades a menudo causadas por infecciones parasitarias, transmitidas en el agua o picaduras de insectos.

Presiones
“Estas enfermedades tienen una gran incidencia principalmente en los países en desarrollo”, dijo a BBC Mundo Emilia Herranz, presidenta de la organización Médicos Sin Fronteras (MSF), España.

Y agrega que a pesar de que afectan a millones de personas, su tratamiento es muy caro, ineficaz o inexistente.

Según la presidenta de MSF-España, el problema es que “ha habido mucha presión para los gobiernos y empresas farmacéuticas, especialmente con el SIDA”.

“El SIDA ha afectado a gente con un nivel adquisitivo alto, más educación, grupos que han sabido asociarse y reclamar sus derechos”, afirma Herranz.

“Y la respuesta a esta enfermedad ha sido en parte política”.

“Se hace poco”

La OMS calcula que las enfermedades tropicales afectan a más de 750 millones de personas en el mundo y matan a medio millón cada año, principalmente en los países en desarrollo.

“Son trastornos que parecen haber caído en el olvido de la comunidad internacional, principalmente porque algunas de ellas afectan únicamente a las comunidades más pobres”.

Un ejemplo es el mal de Chagas que afecta a América Latina y la enfermedad del sueño que azota al África Subsahariana.

“Pero con éstas se ha hecho muy poco, porque son silenciosas y nadie ha oído hablar de ellas”, afirma Herranz.

Los expertos reconocen que hoy en día, el SIDA, la tuberculosis y la malaria son los problemas más graves de salud que enfrenta la humanidad.

Pero dicen que el control de estas infecciones reduciría la susceptibilidad de la gente a la malaria y la TB, y además de salvar vidas, mejoraría el nivel socioeconómico de las comunidades.

El artículo se refiere específicamente a la situación en África, pero el estado de la salud en otras regiones en desarrollo es igualmente urgente.

Según la OMS, en América Latina 100 millones de personas viven en riesgo del mal de Chagas y unas 50.000 mueren cada año por la enfermedad.

“A pesar de los millones de personas en riesgo, se hace muy poco por esta enfermedad”, señala la presidenta de MSF.

Según la experta, los tratamientos actuales son tóxicos y prácticamente no existe ningún medicamento para el Chagas crónico en adultos.

“Estamos luchando contra gigantes”, dice Emilia Herranz.

“Pero todavía hace falta mucha voluntad política para que los gobernantes y las empresas farmacéuticas ayuden a las comunidades afectadas por estas enfermedades”, concluye.

Las enfermedades por parásitos

La enfermedad del sueño se propaga por el mosquito tse-tse

El mal de Chagas es causado por la picadura de insectos parecidos a chinches llamados vinchucas o chipos.

La leishmaniasis se transmite por picaduras de un insecto jején.